martes, 18 de noviembre de 2008

...once


De repente la luz se apago
Lugar oscuro e incomodo.
La tierra me cubre de a poco.
Me salgo sin salir.
El cuerpo inmóvil, y escapo con mi alma.

Arriba, un jardín hermoso
Pagaron mucho el servicio
Dormiré de por vida en un pasto ideal
Mama llora, eso me entristece.

Mucha gente junta,
Inesperadas visitas finales.
Ella llora por mi ida eterna
Me dejo, y llore por ella

Mirare por siempre sus suelas
Pisen firme, y seguro
El camino de la vida es fangoso
Desde abajo tendré el piso para que no caigas

Amigos de la vida, hoy brinden por mi
Whisky para todos, y arranquen a sanar
El día no termina sigan remando
La campana no sonó todavía
Falta una vida para eso.

Saludos finales, gritos de silencio
Abrazos al viento
Palabras a la nada
Besos a labios fríos
me guardo una lagrima de cada uno.

4 comentarios:

Ramón Aparicio José dijo...

Qué duro, viejo.
Durísimo.

hormiga dijo...

A lo mejor si viviéramos sin el continuo temor a las despedidas por siempre, viviríamos mas intensamente.
No se despida UAV! Se debe a quedidlísimo Plúblico ( A lo Chu, de Todo X $2)

hormiga dijo...

No era Chu, era Sushi! jajajajajajajajajaja quedlidlo plublico!!!

Funkfarron ® dijo...

Las despedidas nos hacen llevar inevitablemente a la perdida.
Y en la perdida es que vivimos constantemente.
Podrían acusarme de ser hincha de Racing por escribir esto, pero trato de ser un poco mas profundo.
Un poco.
Todos los dias se cae el pelo, la piel...
Todos los dias la gravedad te desgasta un poco.
Esos nuevecomaocho-metros-sobre-segundoalcuadrado encima tuyo.
Todo los dias.
Todo el tiempo.

Morimos un poco.
Crecemos un poco.
Perdemos un poco.


Abrazo!